Entradas populares

domingo, 19 de mayo de 2019

TRIDUO A MARÍA AUXILIADORA




PRIMER DÍA DEL TRIDUO

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

ORACIÓN INICIAL
¡Oh María! Virgen Poderosa:
Grande e ilustre defensora de la Iglesia, singular auxilio de los cristianos; terrible como un ejército ordenado en batalla, Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo.

¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.

ORACIÓN PARA PEDIR LA CARIDAD
¡Oh María Auxiliadora, gloriosa Madre de Dios! Por aquella unión que tu alma santísima tuvo con el Señor desde el primer instante de tu Inmaculada Concepción, ¡ah!, concédeme la gracia que te pido… y haz que yo empiece, a lo menos desde este instante, a amar de veras a Jesús con amor generoso, puro y constante.

Y por aquel solemne mandato que Jesús nos dió de amarnos alcánzame una sincera caridad para con mi prójimo tanto que me interese prácticamente por su bien y sea fácil en perdonarle, excusarle y también de prevenirle en sus necesidades del alma y del cuerpo, para hacerme siempre más digno de Tí, Auxiliadora de los cristianos. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

ORACIÓN FINAL
¡Dios te salve Reina, Madre de misericordia y auxilio de los cristianos! Pobre hijo de Eva, a quién me dirigiré en este valle de llanto sino a Tí que eres vida, dulzura y esperanza nuestra!

A Tí se eleva mi grito: A TI CLAMAMOS!, a tus pies deposito el peso de mis afanes: A TI SUSPIRAMOS!… Ea, pues, Señora, manifiéstate como lo fuiste siempre, poderosa Abogada: inclina tus ojos maternales sobre mí que te amo tanto, ¡Oh Madre!, hoy más que nunca necesito de tu misericordia y de tu santo auxilio…!

¡Ah! vuelve hacia mí esos ojos tan misericordiosos y quedaré contento… Es verdad, yo soy culpable, pero Tú eres Santa: ¡Oh CLEMENTE! Yo soy ingrato, pero Tú eres buena! ¡OH PIADOSA! Yo soy rebelde, pero Tú eres dulce! ¡Oh DULCE VIRGEN MARIA! No mires mis culpas y pecados y acuérdate sólo de tu bondad: ¡MUÉSTRATE QUE ERES MADRE! Yo me abandono y entrego a Tí como un niño se abandona confiado en los brazos de su madre.

V. María, Auxilio de los Cristianos
R. Ruega por nosotros

V. Ave María Purísima
R. Sin pecado concebida y siempre Virgen, Hija de San Joaquín y Santa Ana es, María Santísima.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

SEGUNDO DÍA DEL TRIDUO

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN INICIAL
¡Oh María! Virgen Poderosa:
Grande e ilustre defensora de la Iglesia, singular auxilio de los cristianos; terrible como un ejército ordenado en batalla, Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo.
¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.
ORACIÓN PARA PEDIR LA SABIDURÍA DIVINA
¡Oh Virgen Auxiliadora, Madre de la verdadera Sabiduría, Esposa del Espíritu Santo!, Tú que eres esplendídisimo faro de luz eterna, concédeme la gracia que te imploro…, y envía a mi alma un rayo de luz celestial.
Sí; yo te pido, oh Madre, aquella ciencia divina que edifica, y que es compañera de la caridad y maestra de la humildad; aquella ciencia que hará que me conozca a fondo a mí mismo y que me eleva al amor de Dios; aquella ciencia que despierta la contrición en mi corazón y me excita a detestar mis culpas pasadas y presentes.
¡Oh María Auxiliadora!, obténme este don del Espíritu Santo, para que se perfeccione en mí la fe y yo camine seguro por la senda del Paraíso. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Dios te salve Reina, Madre de misericordia y auxilio de los cristianos! Pobre hijo de Eva, a quién me dirigiré en este valle de llanto sino a Tí que eres vida, dulzura y esperanza nuestra!
A Tí se eleva mi grito: A TI CLAMAMOS!, a tus pies deposito el peso de mis afanes: A TI SUSPIRAMOS!… Ea, pues, Señora, manifiéstate como lo fuiste siempre, poderosa Abogada: inclina tus ojos maternales sobre mí que te amo tanto, ¡Oh Madre!, hoy más que nunca necesito de tu misericordia y de tu santo auxilio…!
¡Ah! vuelve hacia mí esos ojos tan misericordiosos y quedaré contento… Es verdad, yo soy culpable, pero Tú eres Santa: ¡Oh CLEMENTE! Yo soy ingrato, pero Tú eres buena! ¡OH PIADOSA! Yo soy rebelde, pero Tú eres dulce! ¡Oh DULCE VIRGEN MARIA! No mires mis culpas y pecados y acuérdate sólo de tu bondad: ¡MUÉSTRATE QUE ERES MADRE! Yo me abandono y entrego a Tí como un niño se abandona confiado en los brazos de su madre.
V. María, Auxilio de los Cristianos
R. Ruega por nosotros

V. Ave María Purísima
R. Sin pecado concebida y siempre Virgen, Hija de San Joaquín y Santa Ana es, María Santísima.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

DÍA 3º. DEL TRIDUO

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN INICIAL
¡Oh María! Virgen Poderosa:
Grande e ilustre defensora de la Iglesia, singular auxilio de los cristianos; terrible como un ejército ordenado en batalla, Tú sola has triunfado en todas las herejías del mundo.
¡Oh Madre!, en nuestras angustias, en nuestras luchas, en nuestros apuros, líbranos del enemigo y en la hora de nuestra muerte, llévanos al Paraíso. Amén.
ORACIÓN PARA PEDIR EL TRIUNFO DE LA SANTA IGLESIA
¡Oh Virgen incomparable! que por la asombrosa victoria de Lepanto, resplandeciste con el nuevo título de Auxiliadora…
Oh Madre benigna, poderoso auxilio de los cristianos, concédeme la gracia que te pido… y vuelve a tus antiguas victorias en estos tiempos de osada impiedad.
Guarda piadosamente al Vicario de Jesucristo en la tierra, santifica a los Eclesiásticos y a los Religiosos, y apresura la hora de la misericordia para todos y del triunfo de la Iglesia Católica, a fin de que todo el mundo te aclame a Tí, su Madre y su Reina, y a tu Jesús, su Rey y Salvador. Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
ORACIÓN FINAL
¡Dios te salve Reina, Madre de misericordia y auxilio de los cristianos! Pobre hijo de Eva, a quién me dirigiré en este valle de llanto sino a Tí que eres vida, dulzura y esperanza nuestra!
A Tí se eleva mi grito: A TI CLAMAMOS!, a tus pies deposito el peso de mis afanes: A TI SUSPIRAMOS!… Ea, pues, Señora, manifiéstate como lo fuiste siempre, poderosa Abogada: inclina tus ojos maternales sobre mí que te amo tanto, ¡Oh Madre!, hoy más que nunca necesito de tu misericordia y de tu santo auxilio…!
¡Ah! vuelve hacia mí esos ojos tan misericordiosos y quedaré contento… Es verdad, yo soy culpable, pero Tú eres Santa: ¡Oh CLEMENTE! Yo soy ingrato, pero Tú eres buena! ¡OH PIADOSA! Yo soy rebelde, pero Tú eres dulce! ¡Oh DULCE VIRGEN MARIA! No mires mis culpas y pecados y acuérdate sólo de tu bondad: ¡MUÉSTRATE QUE ERES MADRE! Yo me abandono y entrego a Tí como un niño se abandona confiado en los brazos de su madre.
V. María, Auxilio de los Cristianos
R. Ruega por nosotros

V. Ave María Purísima
R. Sin pecado concebida y siempre Virgen, Hija de San Joaquín y Santa Ana es, María Santísima.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario