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domingo, 19 de mayo de 2019

LA HISTORIA DE MARÍA AUXILIADORA


LA HISTORIA DE MARIA AUXILIADORA
- San Juan Crisóstomo, en Constantinopla en al año 345, dice: » Tú, María, eres auxilio potentísimo de Dios”. Él fue el primero en llamarla Auxiliadora.
- San Sabas en el año 532 narra que en oriente había una imagen de la Virgen que era llamada «Auxiliadora de los enfermos», porque junto a ella se obraban muchas curaciones.
- San Juan Damasceno en el año 749 fue el primero en propagar la jaculatoria: «María Auxiliadora, ruega por nosotros». Y repite: la virgen es «auxiliadora para evitar males y peligros y auxiliadora para conseguir la salvación».
- En Ucrania, se celebra la fiesta de María Auxiliadora el 1 de octubre desde el año 1030, en ese año libró a la ciudad de la invasión de una terrible tribu de bárbaros paganos.
- En el año 1572, el Papa San Pio V ordenó que en todo el mundo católico se rezara  en las letanías la advocación » María Auxiliadora, ruega, por nosotros», porque en ese año Nuestra Señora libró prodigiosamente en la batalla de Lepanto a toda la cristiandad que venía a ser destruida por un ejército mahometano.
- En el año 1600 los católicos del sur de Alemania hicieron una promesa a la Virgen de honrarla con el título de auxiliadora si los libraba de la invasión de los protestantes y hacía que se terminara la terrible guerra de los 30 años. La Madre de Dios les concedió ambos favores y pronto había ya más de 70 capillas con el título de María Auxiliadora de los cristianos.
- En 1683 los católicos al obtener inmensa victoria en Viena contra los enemigos de la religión, fundaron la asociación de María Auxiliadora, la cual existe hoy en más de 60 países.
- En el siglo XIX el Emperador Napoleón, llevado por la ambición y el orgullo, encarceló al Sumo Pontífice, el Papa Pío VII.
Varios años llevaba el Vicario de Cristo y no se veía la esperanza de obtener la libertad, pues el emperador era el más poderoso de ese entonces. Hasta los reyes temblaban en su presencia y su ejército era el vencedor en todas las batallas. El Sumo Pontífice hizo entonces una promesa: Oh Madre de Dios, si me libras de esta indigna prisión, te honraré decretándote  una nueva fiesta en la Iglesia Católica.
Y muy pronto sucedió algo inesperado. Napoleón que había dicho: «las excomuniones del Papa no son capaces de quitar el fusil de la mano de mis soldados». Vio con desilusión que en los fríos campos de Rusia, a donde había ido a batallar, el frío helaba las manos de sus soldados y el fusil se les iba cayendo. Y el que había ido deslumbrante, con su famoso ejército, volvió humillado con unos pocos y maltrechos hombres.
Y al llegar se encontró con que sus adversarios habían preparado un fuerte ejército el cual lo atacó y lo derrotó totalmente. Luego fue echado de su país y terminó tristemente en prisión.
El Papa pudo volver entonces a su sede pontificia y el 24 de Mayo de 1814 regresó triunfante a Roma. En memoria de este noble favor de la Virgen María, Pío VII, decretó que en adelante cada 24 de Mayo sería la celebración de acción de gracias a la Madre de Dios.

SAN JUAN BOSCO Y SU DEVOCIÓN
A MARIA AUXILIADORA
San Juan Bosco, nació en 1815, un año después de que Pío VII instituía la fiesta del 24 de Mayo a La Virgen María. Y será en 1862, en plena madurez de San Juan Bosco cuando hace la opción mariana definitiva: Auxiliadora
La Virgen quiere que la honremos con el título de Auxiliadora, los tiempos que corren son tan difíciles que tenemos la necesidad de que nos ayude a conservar y a defender la fe cristiana.
Desde sus primeros años de sacerdocio Don Bosco tenía el propósito de construir un templo en honor a la Virgen Santísima. El segundo domingo de octubre de 1844 tiene un sueño profético. En aquel sueño contemplaba una Iglesia grande y hermosa en cuyo interior vio escrito: Aquí mi casa, de aquí mi Gloria.
Luego en 1845, en un nuevo sueño, contemplaba una hermosa Iglesia en un campo de mártires de Turín, Italia, donde hoy se encuentra el santuario-Basílica de María Auxiliadora.
En 1863 Don Bosco comienza la construcción de la Iglesia. Todo su capital era de 40 centavos y ese fue su primer  pago que le hizo al constructor. Un año más tarde se hizo la consagración del templo.
Lo que le llamó más la atención a Don Bosco y a la gente es que María se había construido su propia casa, para irradiar desde allí su protección. Don Bosco decía: No existe un ladrillo que no sea señal de alguna gracia.
Una jaculatoria muy especial a la que nuestra Madre responde siempre, decía Don Bosco es: María Auxiliadora, Ruega por nosotros!
En el cielo nos quedaremos sorprendidos al conocer todo lo que María Auxiliadora ha hecho por nosotros aquí en la tierra.  


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